Han pasado ya dos jornadas en el regreso de Necaxa a Primera División y por ahora, el equipo ha conseguido un par de empates sin goles, primero de local ante Cruz Azul, y posteriormente como visitante ante León en un encuentro en el que las condiciones climáticas fueron extremas y que duró nada menos que 186 minutos.
En el papel, el hecho de no marcar gol y de haber conseguido solamente un punto por partido podría ser -y es, de hecho- considerado por algunos como un mal arranque de torneo. El argumento principal de quienes así lo afirman es que en la tabla porcentual, los empates sirven de poco para salir rápidamente del sótano.
No obstante, si vemos las condiciones en las que se presentaron ambos duelos, los dos empates, pese a no marcar goles no pueden ser considerados como malos resultados. Si, ante Cruz Azul, Necaxa mereció ganar y generó las opciones más claras del encuentro, pero el nervio que existía y los primeros minutos en los que Cruz Azul impuso condiciones pudieron haber sido catastróficos para nuestro equipo.
Ante León, las condiciones del clima y del campo cambiaron por completo el partido y el desarrollo del mismo. Necaxa fue amplio dominador los primeros minutos del encuentro y justo cuando parecía ser más peligroso es cuando se da la pausa del árbitro debido a la fuerte lluvia que caía y a las condiciones en las que se encontraba ya el terreno de juego. 78 minutos después, tras la reanudación, Necaxa no fue el mismo, ni el rival tampoco y el sacar el empate terminó siendo un triunfo moral para el equipo.
Dicen que los equipos se arman de atrás hacia adelante y está claro que Luis Alfonso Sosa lo entiende de esa manera. Si algo ha mostrado Necaxa en estos dos encuentros del torneo ha sido orden y solidez defensiva. En ese tenor, llama la atención que durante el partido en León, haya sido la defensiva del torneo anterior la que estuvo -de gran forma- dentro del terreno de juego.
Necaxa no ha jugado mal y quizá el ataque es la materia que está pendiente de mejorar en el equipo. Hasta ahora, los delanteros que han visto acción han mostrado poco, y salvo Luis Felipe Gallegos y Edson Puch -quien ha sido intermitente pero ha dado muestras de calidad-, el resto de jugadores ofensivos ha dejado mucho que desear.
Desde luego falta el gol y creo que todos estamos ansiosos por gritar el primer gol del equipo en Primera División, pero de momento es importante tener un equipo ordenado y en ese sentido podemos estar tranquilos por ahora. Es cierto que los empates no nos suben el porcentaje, pero sin afán de caer en la mediocridad, me parece que un empate siempre será mejor que una derrota.
El partido de la próxima jornada será quizá más complicado que los dos jugados hasta ahora. Se visita al campeón que ha arrancado a todo vapor y que hasta ahora no solamente ha ganado sus dos juegos, sino que ha mostrado gran poder ofensivo. Hoy, a falta de 3 días para ese partido, un empate no parecería un mal resultado. Aunque si, pase lo que pase en Pachuca, el triunfo como local en la Jornada 4 ante Pumas es obligado si, o si.
Como dije, Necaxa ha tenido un buen arranque de torneo y los resultados hasta ahora no son malos. Claro que pudieron ser mejores y que un par de triunfos ayudarían mucho en la tabla porcentual y para que cualquier sombra de presión se mantenga alejada del equipo, pero por ahora no podemos quejarnos. La visita del sábado es muy difícil, pero también podríamos creer que como tantas otras ocasiones el equipo sacará la cara.
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