Friday, December 18, 2015

México: El país donde es más fácil marchar y culpar de todo al gobierno

Me queda claro que México es un país hermoso y un servidor puede decirse orgulloso de ser mexicano. No obstante, México está lejos de ser un paraíso y su gente, en muchos de los casos, es el verdadero problema de este país.

Vivimos en un lugar en el que muchos consideran mejor el hecho de estirar la mano para ver que les da el gobierno, un amigo, o su familia, que el ponerse a trabajar, además, México es lugar en el que se cree que con quejas, marchas y desmanes, todo va a solucionarse como por arte de magia, sin darnos cuenta de que muchas de las acciones que se realizan, más por sus formas, solo agravan las cosas.

En México, los simpatizantes de la oposición mal llamada de izquierda ve con malos ojos cualquier postura o disposición que tome el Gobierno de la República. ¿Por qué?. Sencillamente porque no es el que ellos querrían que fuera o porque pronunciarse en contra es para ellos una forma de demostrar que son de izquierda, aún cuando la izquierda de nuestro país esté lejos de ser tal cosa.

Además de estirar la mano y jugar al opositor/revolucionario, muchos mexicanos creen que todo lo malo que sucede en nuestro país es culpa del Gobierno. Es cierto que el Gobierno está lejos de ser perfecto, que tiene muchos problemas y que está lleno de gente que solo ve por sus intereses, buscando siempre el beneficio personal. De igual forma, tiene errores, pero en lo personal me parece que no todo lo que sucede es a causa de ese Gobierno -sin importar del partido que esté en el poder, todo siempre será culpa del gobierno-.

Los movimientos sociales y las marchas son el pretexto de muchos para jugar a ser revolucionario, para ponerse una careta que nos dice que tan preocupados y enterados están por lo que sucede en el país, aunque en muchas ocasiones no sepan que fue lo que sucedió, ni cuándo, ni dónde fue.

En nuestro país, los detractores del Gobierno y las instituciones están convencidos que cuando alguien reconocido muere, ganando notoriedad en los espacios informativos, o si algún hecho deportivo cobra importancia en los medios, desde luego se trata de una cortina de humo orquestada en conjunto por nuestros gobernantes y los medios de comunicación que están al servicio de ellos.

Si hay algún detenido durante las marchas que comúnmente terminan en desmanes, esto es, para ellos, una muestra inequívoca de la represión del gobierno, ya que sabemos que México es un país lleno de angelitos incapaces de crear algún desmán o de aprovechar la ocasión perfecta para jugar a ser rebelde.

Si hubo destrozos o apareció la violencia en alguna marcha, si hubo pintas o saqueos, siempre es culpa de los infiltrados que el gobierno 'represor' envió para restar fuerza a un movimiento en el que aún cuando hay idealistas, la mayoría de las personas que toman parte no son sino borregos o ciudadanos sin oficio ni beneficio que solo juegan a hacerse los malos y que se dicen antifascistas o anarquistas, aún cuando en muchos casos, ni siquiera se conozca el significado de esas dos palabras.

Para los manifestantes, todo es culpa del gobierno y eso es tan fácil de deducir como lo es el hecho de que el sol que sale por la mañana y se oculta por la tarde. Culpar de todo al gobierno es solamente una excusa para deslindar responsabilidades y responder por sus propios actos.

El Gobierno de la República continúa cometiendo errores cada día y uno de ellos es no ejercer mano dura y permitir que todos hagan lo que se les venga en gana. Pese a la etiqueta de 'represor' y la mala imagen que por default tienen, nuestras autoridades tardan mucho en actuar y cuando lo hacen actúan con una tibieza increíble al dispersar, en lugar de detener a los revoltosos.

Por definición, nuestro gobernantes tienen que ser los villanos de esta película llamada México y por esa razón el pueblo los culpa hasta de cosas en las que no tienen nada que ver. En ese sentido, me parece que el creer que todos los desmanes que se generan en los movimientos son generados por los infames infiltrados del gobierno es como creer que la tierra es plana.

A 14 meses de ocurrido, el tema de los desaparecidos en Ayotzinapa, sigue dando mucho de que hablar, y entre los manifestantes con los que por alguna u otra razón he entablado conversación cuando se han acercado conmigo para invitarme a unirme a su 'movimiento' he percibido una inopia casi generalizada. Esto lo adjudico meramente a que se trata de algunos 'revolucionarios' de moda, de esos que no saben por qué se están manifestando pero ahí están, al pie del cañón.

Desde luego, estoy consciente que hay idealistas y que hay gente que está enterada del conflicto, razón por lo que sería irresponsable generalizar, no obstante, y por experiencia personal puedo decir que me parece que hay más borregos que otra cosa, y más gente que solo busca dividir sin saber bien a bien que fue lo que sucedió o por qué sucedió.

Sólo de esa forma me explicaría que me dijeran que Ayotzinapan -dicho de esa forma y no, Ayotzinapa- queda en Tlaxcala o Oaxaca. Tristemente al trabajar rodeado de muchos de nuestro célebres 'revolucionarios' modernos, he sido testigo de la forma en la que celebran sus grandes logros en determinada marcha a la voz de "Le pegué", "me robé", "tallé", "pinté", "aventé", y un largo etcétera.

Sucede lo mismo cada 2 de Octubre, fecha en la que nadie olvida y nadie perdona, aunque muchos no sepan exactamente que es lo que no olvidan ni lo que se supone, no perdonan. En ese sentido he escuchado muchas barbaridades, desde que el 'cubano' Ernesto 'Che' Guevara era uno de los líderes del movimiento estudiantil de 1968 y que fue muerto por el ejército mexicano en Tlatelolco.

Nuestros revolucionarios, en el supuesto de que pudiéramos llamarles de esa forma dan por sentados los abusos del gobierno represor aún antes de generar sus disturbios, quizá preparando la forma de ponerse la etiqueta de víctimas. Esa represión existente es la que los deja hacer lo que quieran, la que solo los dispersa y la que no usa la fuerza mas que para levantarse de algún sofá.

En su mayoría, con el discurso de "somos estudiantes", nuestro revolucionarios salen a las calles orgullosos de sus pancartas y mantas -escritas en muchos casos con faltas de ortografía- para lanzar improperios contra un gobierno que para tenernos tan controlados, nos deja hacer muchas cosas.

La tibieza es uno de los grandes problemas del gobierno -entre muchos otros, claro- y es la que hace que todos jueguen a ser cosas que no saben ni lo que significan. Total, la policía lo único que sabe hacer es dispersarlos para que se vayan a hacer sus desmanes a otro lado. Un gobierno represor les daría -literalmente- en la madre a la menor provocación, sin preguntar, ni pedir permiso.

Como dije, el Gobierno tiene mucha responsabilidad en muchos temas y en muchas situaciones que ocurren en el país, y no solamente en algunas de las que ganan notoriedad por los movimientos sociales, pero de eso a poder colgarle todos los milagros de forma gratuita, hay aún mucha diferencia. ¿Por qué exigirle al Gobierno Federal la aparición de sus inocentes mártires y no al Gobierno de su entidad?.

Wednesday, December 16, 2015

Víctor Lojero: Un histórico, un héroe, un villano

La pretemporada de Necaxa está en pleno apogeo y en estos días darán comienzo los partidos amistosos que el equipo ha programado para tener en punto al equipo ahora dirigido por Luis Alfonso Sosa, quien de inmediato comenzó a trabajar con el equipo de cara al Clausura 2016 que comenzará la segunda semana de enero y que enfrentará a Necaxa ante el Atlante en la primera jornada.

Con la llegada del nuevo timonel, de inmediato han comenzado los cambios en el plantel y después de que se anunciara a las dos primeras bajas -Carlos Treviño y Abraham Coronado- se dieron a conocer también los jugadores transferibles, lista compuesta por Hugo Hernández, Oliver Ortíz, Carlos Ramos, y Víctor Lojero. De esta lista, se destacan desde luego los dos últimos.

El pasado viernes, mientras el equipo anunciaba a tres nuevos refuerzos -nada para impresionar a nadie-, el goleador Víctor Lojero se convirtió de manera oficial en la tercera baja del equipo, al ser anunciado ya como nuevo jugador de Alebrijes de Oaxaca. Lojero se va de Necaxa con muchas etiquetas, entre ellas la de héroe, la de villano, y con una que guste o no a sus detractores estadísticamente es imposible negarla: la de histórico, esto al ubicarse en la tercera posición en la lista de goleadores históricos del club, solo por debajo de Ricardo Peláez e Ivo Basay.

Demeritar la cantidad de anotaciones conseguidas por Víctor Lojero en los cuatro años y medio que vistió la camiseta de Necaxa solamente porque su etapa se dio en el Ascenso MX, es equivalente a menospreciar la historia del equipo en este circuito. Olvidarnos de los goles y de los buenos momentos que nos entregó sería como negar este capítulo que nos guste o no es parte de esa importante historia que se tiene en el futbol mexicano.

Es cierto que durante el último año de su estancia en Necaxa hay muy poco -quizá nada- de destacar de Víctor Lojero, no obstante, pecar del síndrome de la memoria corta sería lamentable si hablamos de un goleador de su calibre. Lo último digno de recordar de Lojero con el equipo se remonta a la Final de Ascenso ante Dorados, a los primeros minutos de juego cuando punteó un balón que dejó a cierto delantero hondureño sólo para fusilar al portero en una falla de éste que sigue siendo imperdonable.

¿Cómo olvidarnos de los títulos de goleo?, ¿Cómo olvidarnos del Víctor Lojero que sonreía cada vez que marcaba un gol denotando que estaba felíz en Necaxa haciendo su trabajo?, ¿Podemos menospreciarlo solamente por haber llegado al equipo cuando se viven tiempos flacos?, en mi opinión, no, y el hacerlo sería muy injusto.

De hecho, creo que la afición -o parte de ella- fue muy injusta con Víctor Lojero en varias ocasiones. A él parecía exigírsele como a otros nunca se les hizo. Para él era impredonable fallar o tener un mal partido, en tanto para otros, sin los números o logros que el tuvo en el equipo se les perdona todo.

Constantemente se le acusó de desaparecer en momentos importantes y al parecer la afición nunca le perdonó un par de penales que falló -en tanto a otros, como el hondureño que mencioné, le lloraron en su partida cuando su falla fue, desde mi punto de vista infame y por lo menos, igual de grave.

Lojero parecía ser el villano preferido de muchos, y el que tenía que cargar con todo el peso de un equipo en el que han fallado todos, y no solamente él. Los necaxistas deberíamos estar agradecidos de haber tenido en el equipo a un jugador como él, por lo menos, de haberlo tenido en los primeros tres años y medio que estuvo en Necaxa.

Tristemente después de la lesión sufrida en Zacatepec no volvió a ser el mismo, nunca recuperó su nivel y daba la impresión de ya no querer estar en el equipo. Su ciclo parecía haberse terminado precisamente desde ese momento, pero el último año no debería borrar lo que hizo como jugador en los 154 encuentros disputados.

¿Cómo olvidarnos de aquel título de goleo conseguido increíblemente cuando en una última jornada anotó cuatro goles para arrebatarle la gloria a Rodrigo Prieto? -quien por cierto quedó a deber en su primer semestre con el equipo, aunque eso sería tema para otra ocasión-. Hay que quedarnos con los buenos momentos de un goleador que cuando estuvo al cien por ciento no se cansó de marcar anotaciones. ¿Por qué cargarle todas las pulgas a un solo jugador?, no lo entiendo.

Muchas gracias Víctor por la entrega, por los goles, y por los buenos momentos que nos regalaste a todos los que tuvimos oportunidad de gritar cada una de tus 87 anotaciones. Tristemente ni tú, ni nosotros -equipo y afición- hemos podido salir de este infierno, aunque la lucha sigue, solo que ahora cada uno la vivirá desde su trinchera.

Mucho éxito!

Monday, December 14, 2015

​​Las Batallas en el Desierto (José Emilio Pacheco)

Si dijera que nunca hasta ahora había leído algo de José Emilio Pacheco sería muy difícil que alguien me lo creyera. No obstante, es cierto. Nunca en la secundaria o en la preparatoria me dejaron leer algo de este reconocido autor mexicano ya desaparecido, y siendo honesto en esas etapas de mi vida, como la mayoría de los jóvenes de esa edad, yo no era muy de leer por gusto.

Hace unas semanas, cuando buscaba un libro de Rafael Bernal que tenía ganas de leer desde hacía mucho tiempo, un amigo me prestó una compilación con tres libros, incluído el de Bernal, uno de García Ponce y del que escribo hoy, escrito por José Emilio Pacheco. Teniéndolo en mis manos era imperativo el leerlo, no por obligación, sino porque era la oportunidad de hacerlo.

Me refiero a 'Las Batallas en el Desierto', un libro pequeño y que es considerado por muchos como una lectura obligada. La historia es la de un niño de primaria llamado Carlos que se enamora de la mamá de su mejor amigo, y que decidido a hacérselo saber escapa un día del colegio para ir a declarar su amor a la mujer.

La historia puede sonar muy simple, pero la manera en la que Pacheco la cuenta con todo lo que gira alrededor de ella y con todos los detalles es sensacional. No hay lenguaje rebuscado, no hay, como he mencionado en otros casos, palabras que estén de más y que sirvan para hacer más larga la lectura. Por el contrario, me habría gustado que el libro fuera un poco más extenso ya que es de esos que se pueden leer en una tarde -o un par, máximo- y que uno no quiere dejar.

La historia de Carlos y Mariana -el nombre de la madre de su amigo-, así como la de los demás personajes que los acompañan a lo largo de 'Las Batallas en el Desierto' está llena de momentos divertidos y siempre va de frente, sin estancarse, y sin hacer pausas o algo por el estilo. Es una lectura ágil y tras acabarlo no podría sino recomendarlo diciendo que es un gran libro. No en vano la importancia que tiene o el que sea considerado como un clásico.

Al margen de la historia y en algo que habla de la influencia o importancia que tuvo este libro, una canción de Café Tacuba, 'Las Batallas' se inspira en esta historia. Por ridículo que suene por fin, puedo decir que ya entiendo de qué habla esa canción. Lo único que puedo lamentar en relación a este libro, es el hecho de no haberlo leído antes.

Título: Las Batallas en el Desierto
Autor: José Emilio Pacheco
Páginas: 68
Año: 1981
Nunca pensé que la madre de Jim fuera tan joven, tan elegante y sobre todo tan hermosa. No supe qué decirle. No puedo escribir lo que sentí cuando ella me dio la mano. Me hubiera gustado quedarme allí mirándola.

Saturday, December 12, 2015

Thursday, December 10, 2015

Ese momento en que nos olvidamos de ganar

En los cuatro años y medio que Necaxa lleva jugando en el Ascenso MX, los aficionados rojiblancos hemos sido testigo de cómo ocho diferentes equipos se han coronado en el circuito de plata del fútbol mexicano.

Cuatro de ellos han completado la obra consagrándose como Campeón de Ascenso, lo que les ha permitido llegar al máximo circuito, mientras nosotros tenemos que conformarnos con ser un testigo más que con una mezcla de tristeza con amargura no tiene más opciones que esperar que la Diosa Fortuna nos sonría.

De los ocho campeones mencionados, tres equipos dejaron de existir e incluso uno de ellos pese a haberse coronado como Campeón de Ascenso, ni siquiera disfrutó de las mieles de jugar en Primera División -o Liga MX, para decirlo de manera apropiada y de una forma más corta- gracias a esas situaciones que solamente pueden pasar en nuestro fútbol.

De los cuatro Campeones de Ascenso que hemos visto marcharse, uno consiguió ya un par de títulos en la Liga MX, otro -el que en realidad no consiguió ascender- se ha mantenido con resultados aceptables, y uno más volvió de inmediato. En tanto el que se encuentra actualmente en el máximo circuito, parece haber reservado ya su boleto de regreso al ‘infierno’.

Ningún campeón ha sido capaz de serlo en más de una ocasión, y tristemente dos de ellos ganaron la liga coronándose en el Estadio Victoria, tal como hiciera en mayo pasado el más reciente Campeón de Ascenso. Desde luego, aunque Necaxa ha estado presente en esas tres finales en casa, el equipo no ha podido coronarse ante su gente.

Cosa que si hizo de visita hace un año y que es el título que completa a los nueve campeones que ha tenido el Ascenso MX desde aquel cada vez más lejano Apertura 2011 que marcara nuestro regreso a una Liga que por historia no mereceríamos pero que nos hemos ganado a pulso.

El más reciente campeón, coronado apenas el pasado fin de semana son los Bravos de Juárez, cuadro que debutara recién en el terrorífico Apertura 2015 que vivimos los necaxistas. FC Juárez derrotó en la Final a un viejo conocido nuestro y del fútbol mexicano, los Potros de Hierro del Atlante goleándolos en el duelo de vuelta de la serie disputado en la ciudad fronteriza.

De esta forma y apenas con seis meses de vida, FC Juárez puede presumir, además de poseer la playera más fea del circuito, un título de campeón que les permitirá jugar la serie por el ascenso el próximo mes de mayo, ante el cuadro que se corone en el Clausura 2016, torneo que aún no comienza y que nosotros ya saboreamos y sufrimos a la vez.

Necaxa fracasó el torneo anterior y se olvidó de hacernos soñar de manera pronta por lo que ante la imposibilidad de pelear por el título en la liguilla, muchos necaxistas, incluso quienes no vemos en Atlante al máximo rival del equipo, tuvimos que conformarnos con esperar que no se coronaran ellos.

Si, una Final de Ascenso ante ellos sería el punto más alto -por rival e instancia- que podríamos tener aquí, pero tristemente si los Potros se hubieran coronado, habrían estado un paso más cerca que nosotros de volver y por si fuera poco, no tenemos ninguna garantía de que nos coronaremos el próximo torno. Por lo pronto, el pasado sábado vivimos ese penoso momento en el que nos olvidamos de desear ganar y nos conformamos con ver caer a otro equipo.

Tuesday, December 8, 2015

Recuerdos

Una vez más, Julio despertó melancólico.

Despertó en un estado igual al que en la noche anterior se había metido a la cama. Sus pensamientos, como se había hecho costumbre, iban dirigidos hacia ella aunque en los días recientes se habían intensificado.

Quizá la ausencia o el saber poco de Ana durante las últimas semanas habían ayudado para que hubiera un dejo de vacío en él y para extrañar su cada vez más lejana presencia.

Tal vez el clima y los días nublados de la ciudad ayudaban a agrandar esa sensación que tenía de que le faltaba algo. Y es que Julio siempre sufrió de más con esos días sin sol que tanto le gustaban pero que solían ponerle sentimental.

Trataba de aparentar estar bien, contento, y trataba de distraerse con sus habituales pasatiempos también, no obstante, en la oscura soledad de su habitación era imposible que no pusiera su mente a trabajar alimentándose de recuerdos.

En ocasiones, una sonrisa aparecía en su boca al recordar, pero por lo regular sus ojos se tornaban vidriosos producto de las lágrimas que aparecían. Julio sabía que había poco por hacer y creía haber intentado todo para recuperarla sin tener éxito. No le dolía el fallar, sino el que ello significara seguir estando lejos de ella.

Julio había estado recordando muchos de los momentos que vivió a lado de Ana. En esas interminables horas del recuerdo, vivió una vez más el día que se conocieron y aquel en el que formalizaron su relación sentados en un parque.

Poco a poco, él iba recreando cada instante, cada momento; Los paseos, las horas de charla, las sonrisas, los abrazos, los besos; el caminar tomados de la mano e incluso aquellos momentos difíciles que se presentaron, y que aunque no le gustaba recordar, los consideraba también importantes por la enseñanza que pudieron dejar en ambos y porque para bien o para mal fueron parte de su historia.

Incluso visualizó una vez más el momento en que se dijeron adiós y el beso que se dieron a manera de despedida mientras un taxi lo esperaba afuera para llevarlo lejos de la vida de Ana.

Ese día, Julio sabía que sería difícil que hubiera marcha atrás y los constantes fallos en su intento por recuperarla le continuaban diciendo lo mismo pasado el tiempo. La esperanza de estar una vez más frente a ella poco a poco había ido muriendo y estaba consciente de que lo único que le quedaba por hacer era esperar un milagro mientras continuaba alimentando de recuerdos a su alma.

Ante esto, Julio cerró los ojos y se transportó a aquel parque donde comenzó la historia y donde meses después de ello, él se arrodilló frente a ella una tarde de domingo... si, en ese instante todo era mejor.

Sunday, December 6, 2015

Friday, December 4, 2015

El Libro que resucitaba a los Muertos (Carlos Bustos)

Si bien este no es un libro que compraría por tratarse de lectura 'juvenil' y porque la temática no es precisamente lo que me gusta leer, 'El Libro que resucitaba a los muertos' de Carlos Bustos llegó a mis manos de manera fortuita -autografiado y dedicado, además- por lo que teniéndolo entre los muchos libros pendientes de lectura, decidí darle una oportunidad.

La historia tiene como principales protagonistas a Alain Poel, un joven tímido y retraído que es apasionado a los libros, a un biblotecario un tanto extraño de nombre Alfonso Borgus -a quien los compañeros de Alain en la escuela suelen llamar 'Dr. Mentiras'- y a Anna Sofia, una nueva estudiante que al igual que Poel es apasionada de la lectura.

El sólo hecho de conocer a los personajes hace que podamos darnos una idea de cuál es uno de los ingredientes principales de la historia, misma en la que Alain comienza a trabajar junto a Borgus en la enorme biblioteca escolar que éste tiene a su cargo, lo que le permite explorar a su antojo los miles y miles de ejemplares que se encuentran en el lugar -en el que dicho sea de paso nunca hay ni un solo estudiante-.

Un misterioso y gran libro de pasta dorada llama la atención de Alain y lo atrapa de manera tal que éste decide llevarlo consigo a casa para poder estudiarlo más a fondo. Por accidente descubre que debajo del texto hay uno más, oculto y por esa razón, con la complicidad de Anna, comienza a tratar de descifrar el contenido del misterioso volumen.

Hasta ahí, la historia no tiene mayores complicaciones, no obstante trae consigo un sin fin de situaciones que parecen no haber sido bien explotadas por el autor. 'El libro de la muerte' tiene el don de resucitar a los muertos -de ahí, el título de esta novela- y lo que comienza reviviendo a un gorrión y a algunos animales que se encuentran en la biblioteca termina por convertirse en una pesadilla para Alain Poel.

Cuando aparecen estos factores me da la impresión que es el momento en el que 'El Libro que resucitaba a los muertos' comienza a dar tumbos. Lobos, un Oso Kodiak, Serpientes e insectos vuelven a la vida en una de las salas de la biblioteca y esto genera un incendio que parece sólo haber puesto en riesgo la vida de Alain y Anna, quienes un día más tarde vuelven a la biblioteca, misma que salvo el cierre de una sala continúa igual de desierta, y en completa calma.

Alain provoca la muerte de un profesor con tan solo tocarlo y se da cuenta que ha adquirido los 'poderes' del libro, reviviéndolo pero sin alma, es decir, como un ser sin capacidad de razonamiento -al menos eso explica el autor, al tiempo que yo me imaginaba, literalmente, a un zombie-. Desde luego, la escuela siguió su vida normal y yo no puedo sino suponer que nunca encontraron el cuerpo del profesor.

Esto obsesiona al protagonista, quien decide tratar de usar ese poder -que inexplicablemente se le pegó del libro- para ayudar a la humanidad. Borgus le explica que debe darle alma a los resucitados y al poner esto en práctica provoca un caos en un hospital cuando revive a una amiga suya.

Ese es quizá uno de los más grandes absurdos de la historia, ya que pese a haber revivido a una persona, el resto de gente que había en el hospital, aunque no se tratara propiamente de muertos o enfermos, terminan convirtiéndose en zombies justo cuando el mundo parece comenzar a vivir el Día del Juicio, que por cierto, duró tan sólo unas páginas después de que se le olvidó a todo el mundo.

El final es otro de los puntos flacos de la historia ya que la manera en la que Bustos se deshace de algunos personajes -algunos inmortales, inclupidos- y de todos los problemas que surgieron con los zombies y el fin del mundo que se quedó en no sabemos qué, resulta tan increíble como absurda.

El libro da tumbos y por momentos pasa de una agradable sorpresa a un momento lamentable. En no pocas ocasiones el autor da la impresión de haberse olvidado de la historia que estaba contando y eso genera que se caiga en varios de los absurdos que menciono. 'El Libro que resucitaba a los muertos' se lee rápidamente, pero no es, ni por error, un libro que pueda entusiasmar a nadie.

​Título: El libro que resucitaba a los muertos​
​Autor: Carlos Bustos​
Páginas: 160
Año: 2012
Antes de que pudiera decir cualquier cosa le dio un repentino ataque de tos, que no se calmó hasta que Anna consiguió un vaso de agua. La chica lucía preocupada, pero Alain le aseguró que se sentía bien

Wednesday, December 2, 2015

De Demonios Azules y Poderes Satánicos

Aún cuando siempre me he declarado seguidor de Blue Demon y lo considero como el máximo exponente de la Lucha Libre Mexicana en su historia, apenas en días recientes es que ví las que fueran las primeras dos películas protagonizadas por el entrañable 'Manotas'. Esta es mi opinión de esas dos cintas:

Blue Demon: El Demonio Azul

Año: 1965
Género: Ciencia Ficción, Terror
Director: Chano Urueta
Guión: Rafael García Travessi y Fernando Osés
Reparto: Blue Demon, Jaime Fernández, Cesar Gay, Ivonne Govea, Nathanael León, Altia Michel, Mario Orea, Fernando Osés, Carlos Suárez y Rosa María Vázquez

Sinopsis: Primer protagónico de Blue Demon, en este filme que combina elementos de terror licantrópico con la lucha libre mexicana. La cinta está dividida en tres episodios: El Demonio Azul, El Aullido macabro y La Furia de la Bestia, mismos en los que Blue Demon tiene que enfrentarse a unos hombres lobo, producto de experimentos científicos.

Mi Opinión: 'Blue Demon: El Demonio Azul' es una clásica película del cine de luchadores y por tanto tiene muchos de los factores comunes que había en la época en este tipo de cintas. Si, al igual que muchas otras, ésta tiene a un científico loco que está obsesionado en crear criaturas para causar terror -no entendí lo que buscaba en realidad-, y a un héroe enmascarado.

Ahí es donde entra Blue Demon, a quien uno de los personajes define como "un hombre rodeado de misterio que en más de una ocasión ha resuelto enigmas impenetrables", y quien es encargado de descubrir el malévolo -me gusta la palabra- plan del villano de la película, siendo además el encargado de enfrentar, tanto dentro, como fuera del ring, a unos extraños hombres lobo que son creados con una extraña sustancia.

La película desde luego no es digna de ningún premio y si habría algo que destacar de ella, esto sería, desde luego, el hecho de que esta cinta significó el debut cinematográfico de Blue Demon y que tal como fueron las primeras películas de luchadores -a la mente me viene 'El Enmascarado de Plata', protagonizada por El Médico Asesino- la cinta está dividida en tres episodios.

Blue Demon vs El Poder Satánico

Año: 1966
Género: Acción, Terror
Director: Chano Urueta
Guión: Rafael García Travessi y Fernando Osés
Reparto: Blue Demon, Martha Elena Cervantes, Jaime Fernández, Santo, Queta Garay, Glenda Castro, Fernando Osés, Mario Orea, Guillermo Hernández y Margarito Luna

Sinopsis: El malvado Fernández ataca a una joven pareja de enamorados, estrangulando al muchacho quien era el entrenador físico de Blue Demon y secuestrando a la mujer. Blue Demon jura no descansar hasta descubrir al asesino de su amigo, brindando servicio a la justicia y ofreciéndole su apoyo incondicional.

Mi Opinión: Aún cuando siempre he considerado que el cine de luchadores está lejos de ser bueno, hay algo en el género -si es que podemos considerarlo como tal- que me gusta. No obstante, Blue Demon vs El poder Satánico es probablemente la peor película de luchadores que haya visto en mi vida -al menos de las clásicas, porque en los años noventa se hicieron algunas infames-.

El argumento de esta cinta es más pobre que el de cualquier otra que haya visto antes, y eso ya es mucho decir. Blue Demon, además de ser el mejor luchador del mundo es en esta película un genio, ya que leyendo un viejo libro descubre que el villano se auto indujo en un estado de catalepsia durante 50 años esperando pacientemente a 'volver a la vida'. Así, tan absurdo como se escucha, sentado en un escritorio, Blue Demon consigue descubrir quién es el malo, dónde se esconde y cómo derrotarlo. Cosa que hace en tan solo unos cuántos segundos.

Lo único rescatable de este filme, al menos para un servidor es el conocer que de esta película se tomaron las fotografías con las cuáles el 'Demonio Azul' se convirtiera en la imagen de la XXXV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería -en 2014-, fuera de eso no hay mucho que destacar, salvo que esta fue la segunda película del histórico luchador.