Tuesday, May 3, 2016

El Viaje a 'La Perla de Occidente'

El viaje a ‘La Perla de Occidente’ comenzó desde hace cuatro meses, cuando a finales de diciembre compramos los boletos de avión, originalmente para viajar el Viernes Santo y regresar a la Capital de la República el Sábado de Gloria. El pretexto para ir a Guadalajara era prácticamente el mismo que me ha llevado con anterioridad a cada uno de los destinos conocidos en el país; su nombre tiene seis letras: Necaxa.

Un partido de fútbol que originalmente se llevaría a cabo el Viernes Santo por la noche en el Estadio Jalisco y que finalmente fue cambiado para el Domingo de Resurrección provocó, con su cambio, que tuviéramos que cambiar el plan original y el vuelo de regreso.

La cita con el vuelo 2702 de Viva Aerobus era el viernes a las 8 horas, por lo que estábamos ya en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México desde poco más de dos horas antes. El.check-in lo realizamos sin problema por lo que con por lo menos hora y media antes de abordar decidimos ir por un café.

Media hora antes del vuelo fuimos a la sala de espera y abordamos sin inconvenientes. Una hora más tarde estábamos en Guadalajara, enfrentándonos a un calor irreal para tan temprana hora. En el aeropuerto de aquella ciudad tomamos un autobús hacia la nueva central de autobuses y fuera de ella otro que nos llevó a Tlaquepaque.

Tras unas tortas ahogadas y unos tejuinos buscamos donde ver el encuentro entre las Selecciones de Francia y Holanda, correspondiente a la Fecha FIFA. Una cazuela acompañó el partido que terminaron ganando ‘Les Bleus’. Era hora de ir al hotel que teníamos contemplado. No había habitaciones pero dos cuadras adelante encontramos otro que no se veía mal y que costaba casi la mitad. Casi sin quererlo habíamos ahorrado algo en el presupuesto. Después pensamos que lo duro de la cama podía ser razón de tal ahorro.

Teníamos una televisión con cable en la que por cierto solo se veían 4 canales -y dos de ellos se trababan-. No nos importó y dormimos algo así como una hora para salir a encontrarnos con un amigo que también había viajado a la Perla Tapatía. Caminamos largo rato por la ciudad y aprovechamos para comer algo.

Encontramos tacos justo frente a la Rectoría de la Universidad de Guadalajara. Había gente y pensamos que era una buena opción. Lentitud y pasividad serían las palabras idóneas para definir el servicio. Nada que ver con la velocidad de los taqueros de la capital, lugar en el que sin duda, como taqueros, los encargados de servirnos esa noche, sencillamente se morirían de hambre.

Los Tacos eran bastante X. Más tarde, un amigo tapatío nos explicó que “viniendo del DF, aqui no van a encontrar tacos chidos”. Seguimos la caminata y llegamos al Black Sheep, un lugar tranquilo para tomar cerveza y platicar a gusto de infinidad de temas ya con la presencia de nuestro anfitrión.

El sábado comenzó con una de las peores birrias -probablemente la peor- de mi vida en la Plaza de las Nueve Esquinas. Posteriormente comenzó el recorrido por la ciudad y terminamos en el ‘Boroder Snacks & Beer’ para ver ahí, entre Cerveza, Naranjadas y plática el partidazo que Alemania e Inglaterra brindaron en Berlín. ‘NY Wings’ en Zapopan fue la siguiente parada. Alitas, Papas a la Francesa y si, más cerveza, fueron los acompañante de la plática que tuvo de fondo un partido de nuestra liga, Celaya vs Venados.

Volvimos al Centro de Guadalajara cerca de la medianoche solamente para entrar al ‘Escarabajo Scratch’, a estas alturas, me parece que sobra decir que bebida consumimos en ese lugar, mismo del que nos fuimos pasadas las 3 de la mañana, cuando literalmente nos ‘corrieron’ a todos los presentes. Hot Dogs en un puesto callejero afuera del bar fueron la cena en esa madrugada. Dicho sea de paso, es extraño que los ‘Jochos’ llevaran crema en lugar de mayonesa, pero daba igual. Regresamos al hotel a las 4 de la mañana, ocho horas antes del partido que nos había llevado a ’La Perla de Occidente’.

Minutos antes de las 9, una llamada interrumpió el sueño. Nuestro amigo chilango/hidrocálido había llegado a Guadalajara y esperaba por nosotros y el desayuno. Dejamos el hotel y fuimos al Estadio Jalisco -ubicado a unos 10 minutos del lugar-. De inmediato vimos a nuestro amigo y nos dispusimos a ir a la Oficina del ‘Coloso de la Calzada Independencia’ a recoger las acreditaciones para accesar, un par de horas más tarde al duelo entre los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara y nuestros Rayos del Necaxa.

Con mucho sueño y tras esperar unos minutos los gafetes, salimos a desayunar. Una vez más birria, y una vez más un desayuno decepcionante -por si fuera poco, esta vez más caro-. Grabamos algunas entrevistas y videos para Pasión Rojiblanca y entramos al estadio. Subimos al área de prensa y esperamos el inicio del encuentro. Los favoritos y líderes generales fueron muy poco rival para el equipo visitante, mismo que dominó en todo momento el partido.

Solo faltó el gol. Ese día, Necaxa nos demostró que Leones Negros no era el rival a vencer en la lucha -que hoy sigue- por el regreso a Primera División. Al final del encuentro fuimos a comer, grabamos parte del PodcastPR de esa semana y de inmediato nos dirigimos a la Nueva Central de Autobuses de Guadalajara para tomar el autobús que nos llevaría al Aeropuerto. Llegamos con el tiempo justo para tomar el autobús. Ya en el aeropuerto grabamos la última parte del video del viaje y nos dispusimos a esperar la salida del vuelo, que por si fuera poco, se retrasó una hora.

Salimos de Guadalajara de noche y vimos la ciudad desde la alturas. ‘Una vista Espectacular’, pensé, sin saber que casi una hora más tarde conocería el verdadero significado de ‘Espectacular’ al sobrevolar la Ciudad de México. Nunca había tenido oportunidad de aterrizar de noche en mi ciudad, y es sencillamente impresionante la vista. El viaje terminó pero como siempre sucede, nos queda la experiencia vivida esos tres días en Guadalajara, lugar al que estuvimos a cinco minutos de tener que regresar para este fin de semana. Finalmente iremos a Aguascalientes.

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