Escribo esto faltando poco más de 24 horas para el Juego de Campeonato de la Conferencia Americana (AFC) entre Los Denver Broncos -mi equipo- y los New England Patriots -uno de los equipos que más detesto en el deporte profesional-, juego que tendrá un nuevo episodio de la 'rivalidad' entre Peyton Manning y Tom Brady, los quarterbacks de estos equipos.
Siendo honesto, no sé que esperar de lo que el encuentro pueda ser para mis Broncos, que pese a ser el sembrado número 1 y actuar como local en Mile High no saldrán como favoritos ante los actuales campeones de la NFL.
La temporada de los Broncos ha sido extraña y aún antes de que diera inicio no me cansé de decir que Peyton Manning no debía haber regresado este año. Lo hizo, y lo hizo como sólo el caracter de estrella e histórico podía permitírselo, es decir, siendo titular indiscutible del equipo.
Sus actuaciones al principio de la temporada fueron malas y bajo su mano, la ofensiva sencillamente nunca arrancó, haciendo que el peso de todo el equipo cayera sobre la defensiva -la número 1 de la liga-. El pobre nivel y el que estadísticamente es el peor año en la carrera de Manning en la NFL nos dejó en claro en ese momento que los Broncos irían hasta donde su defensiva los llevara.
De manera milagrosa, la defensa comenzó a sacar partidos que parecían perdidos y gracias a ello, a lo largo de la temporada el equipo se mantuvo entre los mejores de la Conferencia Americana. Una lesión de Manning dio pie para que apareciera el hasta entonces desconocido Brock Osweiler, quien comenzó a ganar partidos y que hizo caminar a una ofensiva que con el experimentado Manning no había generado mucho.
Los Broncos parecían tener ya a su nuevo quarterback ttular, lo que sumado a los rumores sobre una mala relación de Manning con el coach Gary Kubiak y con el Vicepresidente del equipo, John Elway, hacían pensar que el regreso del líder de todos los tiempos en pases de anotación estuviera en veremos.
Osweiler perdió un par de partidos que parecían complicar el paso del equipo rumbo a playoffs y eso derivó en el regreso de Manning, quien apareció a medio encuentro en una tarde en la que errores ajenos le costaron el puesto al que en mi opinión debió seguir siendo la apuesta del equipo hasta el final de esta temporada.
Peyton Manning es un histórico de la NFL y en los casi cuatro años que tiene jugando para los Broncos ha vivido grandes momentos en Mile High. Impuso marcas, nos llevó un Super Bowl hace apenas dos temporadas y portando el uniforme del equipo regaló a los aficionados del futbol americano las últimas pinceladas de una gran carrera.
No hay nada que recriminarle a Peyton, no obstante, me parece que debió hacerse a un lado y no regresar para la temporada 2015. En mi opinión, Manning ya dio lo que tenía que dar, ya no puede dar más y eso limita mucho a un equipo que tal como hizo hace una semanas -con Osweiler al frente- puede derrotar al 'mounstruo' que para muchos son los Patriots.
Si Manning y los Broncos juegan tan mal como hace una semana en el Juego Divisional ante los Pittsburgh Steelers, no tengo dudas de que los Patriots nos darán una paliza a domicilio. Me hubiera gustado que Peyton se lastimara en la semana porque ello ayudaría a mejorar las posibilidades del equipo para llegar a un nuevo Super Bowl.
No tengo nada personal contra Manning y me gustaría verlo retirarse levantando de nueva cuenta el trofeo Vince Lombardi -tal como hiciera John Elway en su momento-, pero me parece que ya no puede dar más y que el tenerlo en el campo limita el potencial del equipo.
Trsitemente, a los aficionados a los Broncos solamente nos queda creer que se puede ganar el partido ante los Patriots y posteriormente el Super Bowl, aferrándonos a esa máxima que dice que "las defensas ganan campeonatos". Que así sea.
#GoBroncos
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