Sunday, February 19, 2017

Todos somos mediocres

Hace mucho tiempo que no escribía. Y no lo hacía porque no hubiera un tema sobre el cual escribir, sino porque esto a veces cansa. Y no, no cansa escribir, lo que cansa es el entorno. Igualmente sé que muchos se cansarán de leer opiniones que no son afines con las suyas. Sé que algunos notables aficionados no compartirán mi opinión, así como yo no comparto las de algunos otros.

¿Qué es lo que cansa?, varias cosas, pero sobre todo el constantemente estar leyendo comentarios que lejos de unir, dividen a la afición del equipo. Siempre he defendido la diversidad de opiniones pero esto es demasiado. La gente es A o es C, sin pasar por la B. Tristemente entre la afición de Necaxa hay constantes descalificaciones para aquellos que no comparten una opinión y muchos han caído en el fácil y lamentable "Si no piensa igual que yo, es un mediocre".

Estos tiempos de división, entre 'mediocres' y 'realistas' llegan justo cuando vemos iniciativas que buscan unir a una afición como es con las fotos grupales que se han hecho de aficionados por ciudades o estados, y cuando el club utiliza un hashtag -slogan- que dice #UnidosNadaNosDetiene. Como dije, es triste, y en lo personal, cansa.

Nunca he entendido el afán de querer demostrar que uno es mejor aficionado que otro, o que uno es más inteligente porque piensa de determinada manera. Tampoco, el hecho de que todos creen tener la verdad absoluta y con ello caen en descalificaciones con actitudes que bien podríamos interpretar como "Si no piensa como yo, es un mediocre, un imbécil".

Para muchos, Luis Alfonso Sosa es villano, así se gane, se pierda, o se empate un partido, y lo es incluso cuando sale a las conferencias de prensa posteriores a cada encuentro. "Sosa no sirve", "Sosa se tiene que ir", "Es un necio", "No es de Primera" y un largo etcétera que crece a cada juego que pasa. A este paso, da la impresión que no pasará mucho tiempo para que nuestro técnico sea villano también cuando despierta y ponga un pie fuera de la cama cada mañana.

El estilo de juego puede no gustar, eso es entendible. Pero los resultados están ahí. Luis Alfonso Sosa llegó a finales de diciembre de 2015 con un objetivo: conseguir en seis meses lo que no se había conseguido en cuatro años y medio, es decir, ascender. Objetivo cumplido, y con ello, uno nuevo: la permanencia. Y no, salvo que ocurriera una catástrofe, Necaxa no va a descender.

El que no se vaya a descender me pone un poco triste, no por mi, sino por aquellos aficionados que anhelan ver a Luis Alfonso Sosa fuera del banquillo de Necaxa. El conservar la categoría sería un "dos de dos" para 'Poncho' y la continuidad del proyecto. Siento matar las ilusiones de muchos, pero así es. De hecho, tengo la teoría de que vamos a tener a Luis Alfonso mucho tiempo en Necaxa. Como dije, lo siento por ese sector de aficionados.

Yo soy de los que piensa que el primer obetivo es la permanencia y que después de eso debe venir la consolidación en Primera División ya que el porcentaje no es problema de un solo año. Ya después se podrá pensar en más, en eso que los aficionados realistas y los que añoran al Necaxa de los noventa quieren ver. -Creo que no está de más si les digo que ese equipo que los maravilló también era de corte defensivo-.

El creer que Necaxa debe conservar la categoría y posteriormente consolidarse me hace por default un aficionado mediocre. ¿Cómo no darme cuenta que Isijara es nuestro 'Ratón' Zárate moderno o que Claudio Riaño y Maximiliano Barreiro pueden ser nuestros Ricardo Peláez e Ivo Basay?, inexplicable. A veces me da la impresión que la afición se quedó a vivir en un recuerdo, tristemente en muchos casos, uno que nisiquiera les tocó vivir.

Soy un mediocre, Alex Rodríguez, Murdok Heras, Arturo Reyes, Rafael Vera y _____________________ (insertar el nombre que gusten) también lo son. Todos somos mediocres, lo reconozco.

Pero, les tengo otra mala noticia. Cuando digo "Todos" no me refiero solamente a los que defendemos el proyecto de Luis Alfonso Sosa como técnico de Necaxa, sino a todos en general. A todo aquel aficionado de Necaxa que se conformó cinco largos años con apoyar a un equipo en la división de ascenso aún cuando un técnico los 'invitó' a ser aficionados de uno de los mejores equipos del mundo.

Si, muchos hablarán de lealtad, pero bajo algunas bases, ese conformismo de apoyar a un equipo de 'segunda' podría haber sido mediocridad. Hoy, el villano es aquel técnico que nos sacó de esa mediocridad y que está muy cerca de conseguir el segundo objetivo cumplido en su gestión de apenas 14 meses. Bonita afición, todos merecemos un aplauso, por mediocres.

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