Hace un par de semanas escribí aquí sobre lo ilógico que me parecía el resultado de la que fuera la lucha estelar de la función del 82 Aniversario del Consejo Mundial de Lucha Libre, aquel duelo de Máscara vs Máscara entre Atlantis y La Sombra, mismo que terminó dando a conocer el rostro de éste último el pasado 18 de septiembre en la Arena México.
En aquel texto, mencioné que la empresa más antigua de la Lucha Libre en nuestro país parecía haberse olvidado del futuro, al desenmascarar al luchador con mayor futuro en su elenco para darle un premio más a la trayectoria de un gladiador consumado como es el llamado 'Ídolo de los Niños', Atlantis, salvando además un Aniversario en el que tenía poco por ofrecer a sus aficionados.
Contrario a lo que sucede habitualmente, el duelo entre un veterano consagrado y un joven prometedor, en este caso Atlantis y La Sombra, respectivamente, significó el adiós de la incógnita del que mayor futuro de ambos parecía -y parece- tener sobre los encordados, Manuel Andrade Oropeza, con apenas 26 años de edad.
La carrera de La Sombra en el Consejo Mundial de Lucha Libre es digna de destacarse desde la llegada misma del lagunero a las filas coliseínas y siendo llamado a ser una futura leyenda de la Lucha Libre Mexicana, daba la impresión de que era un error por parte de la empresa, o un castigo para el gladiador, el hecho de haber cobrado esa máscara tan pronto, con todo lo que podría venir en el futuro del 'Ingobernable'.
No obstante, después de que hace unos días se diera a conocer que La Sombra dejaba el Consejo Mundial de Lucha Libre y había firmado ya un contrato con el 'monstruo' del espectáculo luchístico en el mundo, la WWE, todo parece comenzar a tener sentido, ya que podría entenderse que próximo a partir rumbo al territorio de desarrollo de la empresa norteamericana -NXT-, la caída de su máscara a manos de Atlantis no tendría mayor relevancia en su futuro como profesional.
Después de aquel duelo de Máscara vs Máscara, La Sombra lució de buena forma y parecía seguir teniendo click con el público, tanto con el que lo apoyaba, como con el que lo abucheaba ante cada acción que realizaba sobre el cuadrilátero desde que tomara actitud de rudo hace ya varios meses. Son pocos los luchadores que después de haber visto caer su incógnita pueden presumir de tener identificación con la afición, y La Sombra, pese al poco tiempo transcurrido parecía tenerla plenamente.
Su inminente incursión en NXT es el preámbulo de lo que podría ser su llegada al elenco principal de WWE en los próximos meses, y es un camino que todos los aspirantes a ser parte de esta empresa deben seguir, tal como en su momento lo hiciera Dos Caras Jr., cuando dejara atrás la herencia de su padre y el legado de la 'Dinastía Máscaras' para ir a la entonces llamada FCW, antes de llegar a WWE como Alberto del Rio.
El futuro de La Sombra continúa siendo prometedor y de él dependerá tener éxito o no en WWE, no obstante, el Consejo Mundial de Lucha Libre sigue teniendo el mismo problema que mencioné en aquel texto, y olvidándonos del hecho de haber cobrado una máscara de peso y no contar con muchas que pudiéramos considerar como tal, con la partida del lagunero me parece que la empresa acaba de perder al mejor luchador con el que contaba en la actualidad.
En lo personal, no me agrada la partida de La Sombra a WWE porque el estilo que se maneja en la Lucha Americana es muy diferente al que se practica en México y en ese sentido podría no ser el mismo luchador al que estábamos acostumbrados a ver, además de que su accionar podría depender también del personaje y nombre que la empresa norteamericana pudiera darle en el futuro.
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